TURISMO: OBSTÁCULOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN BAHÍA
DE CHAMELA, JALISCO
Introducción
Existen regiones en donde el valor
económico de su territorio es alto, debido a que cuenta con grandes recursos
naturales, tal es el caso de los territorios cercanos a las zonas costeras,
puesto que por su ubicación representan una oportunidad de crear desarrollos en
su mayoría turísticos e inmobiliarios; la presión latente sobre estos
codiciados terrenos hace que sean lugares propensos a problemas legales; dentro
de estos inconvenientes se incluyen a las poblaciones locales, ya que estas son
las más expuestas a sufrir los cambios. Debido a la inserción de agentes
externos “poderosos”, habrán de compartir el territorio y adecuarse a una nueva
forma de vida, principalmente en sus actividades económicas que al ser estas
tradicionales, van teniendo cambios al momento en que agentes externos
introducen elementos que contrastan con la región.
En la zona de la Bahía de Chamela
existen grandes dificultades para lograr el desarrollo local, puesto que
existen agentes externos con intereses donde poco están representados los de
los habitantes locales. El cierre de playas y el deterioro de las actividades
tradicionales impiden que en la región se puedan obtener beneficios visibles
para las comunidades, sumado a esto la desorganización actual de las
poblaciones limita que se pueda contrarrestar a los proyectos que la iniciativa
privada pretende implementar. Si bien el turismo se realiza en la zona, este no
hace una diferencia trascendente para el desarrollo local, pero si logra ser
una actividad que permite obtener el beneficio que las actividades
tradicionales han dejado de proporcionar, por lo que se complementan para
lograr continuar con su estilo de vida.
El modelo turístico tradicional
y las limitantes del sector rural
El fenómeno del turismo se ha convertido
en una fuente de ingresos importante para muchos países, siendo para México una
de sus principales actividades económicas. A pesar de que el turismo tiene
antecedentes remotos, es hasta épocas muy recientes, a mediados del siglo XX
que logró adquirir singular importancia repercutiendo en la vida social,
económica y cultural de los pueblos (De la Torre, 1980:11), esto con una
modalidad especial, el turismo masivo.
La característica más común dada al
turismo ha sido en la que se resalta como un modelo estético, dando como hecho
que la actividad turística atrae al desarrollo, debido a que el turismo
convencional de sol y playa es muy visible ante la sociedad, ya que la
construcción de hoteles, restaurantes y la generación temporal de empleos
establece un tipo de “desarrollo” en la región.
Este turismo de sol y playa también se
le conoce como un modelo convencional o tradicional, ya que se concentra dentro
de las zonas costeras, convirtiéndolas en los recursos turísticos con mayor
popularidad; dicha modalidad es la que más atrae visitantes a escala
internacional. No obstante, en la mayoría de los casos ha tenido un desarrollo
sin planeación, provocando el deterioro de los recursos naturales, modificando
las costumbres e identidad de las comunidades, por lo que el desarrollo real de
la población a veces queda en simple expectación.
Fonteles (2007: 85) cita a Ebenevides,
mencionando que “el turismo de masas es un productor de impactos ecológicos que
muchas veces ocasiona problemas ambientales, psicológicos y socioeconómicos y,
en poblaciones tradicionales tiende a ser un devorador del paisaje, degradador
de medio ambiente y descaracterizador de culturas tradicionales”.
Este tipo de turismo
es concebido en general como un modelo con poca variedad en sus actividades para
los consumidores, ya que se sigue una tendencia, en donde el hilo común de su
rutina va de llegar al hotel, ir a la playa y salir por la noche, e incluso
muchos turistas se quedan la mayor parte del tiempo dentro del hotel, ya que en
éste le ofrecen todos los servicios requeridos y lo
mantienen cautivo en de las instalaciones, por lo que
se crea en el turista un comportamiento pasivo o rutinario, poco exploratorio y
desligado de la interacción entre el turista y la población. De esta manera
poco se refleja el impacto para el desarrollo en favor de los habitantes
locales, sino más bien se genera beneficio para los empresarios.
Cuando se habla de desarrollo, muchas
veces se le toma como sinónimo de salir de la naturaleza, es decir, usar a esta
como proveedor de materia prima la cual pueda dirigir a lograr un fin determinado; no obstante, a
raíz de la emergencia de crear un concepto que logre combinar el desarrollo,
respeto a la naturaleza y sociedad, es como emergen las teorías sobre
sustentabilidad, buscando entonces armonía entre la naturaleza y la actividad
humana.
Debido a esto, se requiere retomar
puntos centrales que permiten lograr el desarrollo de un espacio o territorio,
sobre esto Boisier (1995:5) menciona que “el desarrollo de un territorio organizado
depende de la existencia, articulación y coherencia de seis elementos que se
encuentran presentes dentro de un territorio organizado” estos elementos son:
a) actores, b) cultura, c) recursos, d) instituciones, e) procedimientos, f)
entorno. De esta manera, se visualiza la integración del ser humano dentro del
espacio, así como las repercusiones que tienen las actividades de este, sobre
el medio ambiente del que se encuentra rodeado, es así como el turismo, siendo
una actividad humana, se vuelve parte del desarrollo de los fenómenos sociales.
A partir de la creación del concepto de
sustentabilidad, se comenzó a implementar en distintas áreas, incluido el
turismo (conociéndose como turismo sustentable y desarrollo sustentable), por
lo que la sustentabilidad en el fenómeno turístico trata de analizar los
inconvenientes y cambios que el turismo de masas ha generado, así como resaltar
las características y nuevos perfiles del turista actual.
Usualmente los desarrollos turísticos se
realizan dentro de sectores rurales, en donde la población no tiene los medios
suficientes para implementar proyectos de turismo a gran escala, por lo que el
modelo más viable que se puede aplicar
con la participación local es aquel en el que se logre combinar con las
actividades tradicionales para de esta manera permitir que se continúe
trabajando dentro del sector económico con el cual se ha vivido en las
localidades y que a su vez forman parte de su identidad colectiva.
Cuando se impulsa al desarrollo local,
es debido a que se intenta transformar la economía y la sociedad, tratando de
superar las dificultades en las que se encuentran, porque el desarrollo local
recoge los principales recursos y potencialidades con que cuenta un territorio,
para después transformarlo, valorándolo en capital humano y sociedad local
(Paredes: 2009).
Existen varios factores o acciones que
permiten conocer la situación del desarrollo local. Vázquez Barquero (2000:19)
considera que se pueden generar respuestas locales para los desafíos globales,
haciendo una división de tres puntos: hardware, software y orgware (Ver tabla
1). Esto se puede aplicar al proceso del desarrollo en determinadas comunidades
y conocer los desafíos a enfrentar.
Tabla
1- Acciones y características para el desarrollo local, según Vázquez Barquero.
Fuente: Elaboración propia en base a lo establecido por Vázquez Barquero (2000).
Al cumplir las características, es
posible contrarrestar la presión que ejerce la economía global sobre el sector
rural; retomando esto en los aspectos turísticos es muy visible la presión
ejercida por el sector privado sobre regiones propensas a la implementación de
proyectos turísticos convencionales, el poderío económico y de influencias hace
que muchas veces sea misión imposible que los proyectos de carácter local
impidan el avance de la iniciativa privada, no obstante es posible lograrlo,
siguiendo una serie de trabajos y responsabilidades que se establecen entre los
habitantes de los sectores locales y sobre todo comprometerse en conjunto.
La manera más viable de impulsar el
desarrollo local es realizándolo desde un proceso endógeno, debido a que de
esta forma se puede utilizar el potencial de una localidad y a su vez poder
fortalecer aspectos sociales, económicos y ambientales. El proceso de
desarrollo local endógenos se realiza desde adentro de una comunidad hacia
afuera, utilizando el patrimonio natural, cultural y productivo (entendiendo
como productivo las actividades de comercio e industria que se realicen en la
región).
Turismo en la costa de Jalisco
En la costa de Jalisco se encuentran
importantes recursos naturales, algunos con protección federal, siendo dentro
del municipio de La Huerta el lugar en que se concentra la mayor cantidad de
recursos con decreto de conservación, ya que se localizan cinco áreas naturales
protegidas, al igual que dos humedales decretados como Sitios Ramsar, siendo
estos el estero la Manzanilla y Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala
(Maldonado, 2011). Estos recursos naturales son parte fundamental para el
desarrollo de las poblaciones locales, ya que sus actividades económicas siguen
siendo las tradicionales del sector rural que van desde la agricultura,
ganadería y la pesca, volviéndose esta
última primordial debido a que se trata de una zona costera con sistemas
estuarinos colindantes. Es dentro de este municipio donde se localiza la Bahía
de Chamela, con una longitud de 13 km, ubicándose dentro de ella el área
natural protegida llamada “Islas de la Bahía de Chamela” siendo un recurso
importante para la región ya que en ella se realizan actividades recreativas,
económicas y de educación ambiental. No solo dentro de la Bahía de Chamela se
encuentran recursos naturales de importancia, sino también en regiones
colindantes, puesto que es una zona que comparte su materia prima y actividades
con las comunidades de alrededor.
La bahía de Chamela es una zona importante
para el municipio, no sólo por sus recursos naturales, sino porque dentro de
ella se localizan localidades que si bien son pequeñas, generan beneficios
económicos para la zona, debido a que las principales cooperativas de pesca se
encuentran en su interior (Ver Tabla 2), así como las comunidades que tienen
mayor actividad turística, como Punta Pérula, lugar en el que existe oferta
hotelera a pequeña escala, así como servicios de restaurantes.
Tabla 2- Localidades en la zona de influencia de la Bahía de
Chamela, con características de población.
Localidad
|
Población
total
|
Población masculina
|
Población
femenina
|
Población
económicamente activa
|
Francisco
Villa
|
898
|
451
|
447
|
358
|
Emiliano
Zapata
|
1339
|
662
|
677
|
567
|
Pérula
|
793
|
406
|
387
|
306
|
San Mateo
|
647
|
329
|
318
|
255
|
La Fortuna
|
223
|
123
|
100
|
73
|
Quémaro
|
92
|
46
|
46
|
34
|
Chamela
|
143
|
73
|
70
|
47
|
Pueblo Careyes
|
22
|
8
|
14
|
10
|
Total
|
4157
|
2098
|
2059
|
1650
|
Fuente: Datos obtenidos del
Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (2010).
Si bien la región de Bahía de Chamela no
tiene una actividad turística constante sobre un modelo tradicional como el de
sol y playa, existen proyectos de carácter privado en los que poco está
integrada la población local; ejemplo de esto son el hotel Las Alamandas,
ubicado en la comunidad de Quémaro y el Hotel Careyes que se encuentra en el
pueblo con el mismo nombre, ambos hoteles se encuentran ubicados en cada
extremo de la bahía, siendo estos centros turísticos para visitantes con alto
poder económico, no han representado un apoyo real para la actividad turística
local, debido a que dentro de los desarrollos tienen todos los servicios
necesarios e incluso cuentan con playas y áreas verdes privadas.
Las pocas personas de la población local
que trabajan dentro de estos hoteles, según opiniones de los propios
habitantes, están en trabajos como subalternos, ya sea como jardineros,
limpieza entro otros, por lo que limita una relación favorable entre las
personas locales y los hoteles. De esta forma, se observa que la región está
propensa e convertirse en un destino turístico con modelos tradicionales, en
los que inversiones externas es latente. La riqueza natural ha estimulado los
deseos de los empresarios que buscan crear proyectos de turismo; durante el año
2007 se impulsó un proyecto turístico dentro de la Bahía de Chamela, denominado
“Rancho Don Andrés” que en la actualidad se encuentra estancado en una
discusión debido a que se considera puede ocasionar daños irreparables en las
áreas protegidas colindantes, puesto que se trata de un proyecto de
infraestructura hotelera, en la que las comunidades quedarían excluidas, ya que
se trata de inversión privada. No es un caso nuevo, puesto que la iniciativa
privada ejerce presión en las regiones que consideran viables para la
implementación de proyectos, sumándose también las irregularidades posibles
dentro del gobierno y la limitada participación social.
La Bahía de Chamela es una zona en la
que su principal ingreso económico es la pesca, siendo a su vez una fuente para
obtener producto de autoconsumo, siento las comunidades de Chamela y Pérula,
ubicados en ambos extremos de la bahía, al igual que Careyes los lugares en
donde la pesca tiene más auge. De acuerdo a las respuestas de los locales, esta
actividad es de suma importancia, seguido por la agricultura y el comercio1
(Ver figura 1).
Figura
1- Las actividades más importantes de la Bahía de Chamela.
Fuente: información
obtenida en campo.
Si
bien esas actividades son las más importantes, existen otras que también
generan beneficios económicos para la población, tal es el caso de las
actividades de comercio local, al igual que el turismo, a pesar de que este
último no se realice sobre de una forma planificada.
No es
extraño que la economía local se base en
actividades tradicionales, ya que se debe a la obtención de materia prima que
extraen de los recursos naturales, los cuales son bastos en dicha región.
Debido a que la economía tradicional se va deteriorando cada vez más, ha sido
importante que ésta se vincule a otras, entre las cuales destaca el turismo. La
actividad pesquera se realiza por embarcaciones de fibra de vidrio, realizando
viajes todos los días, por lo que es muy común que al mismo tiempo se ofrezcan
servicios turísticos de actividades acuáticas, que van desde visitar las islas,
buceo y pesca recreativa. Según datos obtenidos en el Plan de Manejos (2010) de
las Islas de la Bahía de Chamela, la oferta turística ha permitido emplear
alrededor de 900 personas de manera directa (recordando que la población total
es de 4157), a su vez crea un número no calculado de empleos indirectos.
En entrevista presencial a la directora
de turismo Bianca Zuazo2 comentó sobre la actividad turística de la
Bahía de Chamela, mencionando que:
“acude más el turismo nacional porque en el municipio no se cuenta con grandes desarrollos como puede ser Puerto Vallarta u otras playas, pero en temporada vacacional es un gran número el que se recibe, más en Punta Pérula… desde que llega el turista se ofrece hospedaje, servicios de comida, clases de buceo, paseos en lancha que tiene mucho impacto, en semana santa son muchos los recorridos que se hacen a las islas la pajarera e isla cocina”.
Esto demuestra que el turismo dentro de
la bahía si se realiza y genera beneficios económicos, las actividades
turísticas que se realizan en la zona ya están determinadas puesto que la
oferta actual es limitada y se basa en servicios de hospedaje, alimentos y
actividades acuáticas, si bien existe turismo en la mayor parte de la bahía,
esta se centra en comunidades que tienen más establecimientos.
Dentro de la información de campo se
entrevistó a Juan N.2 (seudónimo) quien es pescador de la bahía de
Chamela desde hace más de 40 años, por lo que ha vivido en carne propia los
cambios sucedidos a lo largo de las últimas 4 décadas. Dice:
“han habido muchos cambios en la región. Antes con una red sacaba 100 kilos; ahora ya nos acabamos el pescado, ni con cinco redes se pueden sacar de nuevo 100 kilos”.
Por esta razón es que se ha dado
apertura a otras actividades que se puedan integrar y poder continuar con las
tradicionales, respetando su modo de vida puesto que mencionan es parte de su
identidad.
Las actividades que realizan los
turistas en las que son los propios locales quienes participan prestando este
servicio son principalmente las relacionadas al mar, dentro de la misma
entrevista, Juan N.3 (seudónimo) quien a su vez es el representante
legal de una cooperativa pesquera dentro de la bahía, mencionó que los turistas:
“van a curricanear4, los llevamos a una isla que se llama Cocinas… hay otra playa donde dejan entrar, hay ramadas y te cobran 20 pesos, te dan todos los servicios, puedes acampar, el único servicio que no hay es el de restaurantes, si lo debería de haber porque es un tramo grande con muchas ramaditas, sillas, mesas, ahí si hay mucho turismo, te dan el servicio de lancha para ir a las islas, pasear con la familia…..hay otra playa donde entran los de la comunidad de Chamela, solo que hay un problema, ya no se permite entrar con turistas a la playa, antes había ramadas, mesas, sillas, había 7 restaurantes en Chamela”.
La integración de los locales en las
actividades de turismo existen, el beneficio no es tan grande pero se puede
obtener un ingreso para completar lo que las actividades tradicionales dejaron
de generar; la importancia de los servicios turísticos que se ofrecen recae en
que son actividades que congenian con las ya existente, de esta manera, las
áreas de trabajo y el material utilizado como son las lanchas, equipo de buceo
y de pesca, así como las playas, pueden
ser utilizados tanto para el turismo como para la pesca.
El cierre de playas es constante y ahora
se encuentran sin acceso muchas de las playas que anteriormente era posible
visitar; ejemplo de esto es el traslado que se hizo de la comunidad de Chamela
hacia el otro lado de la carretera ya que se encontraba cerca de la playa,
entre ellas la playa llamada “Los negritos”, esto se debe a que por problemas
legales se removió al pueblo, de esta manera no sólo los locales se tuvieron
que cambiar sino también sus actividades junto con las herramientas de trabajo
.
El desarrollo local no ha sido visible
para la mayoría de la población originaria de la bahía. El pescador Francisco
S.5 mencionó que
“no tenemos más actividades más que desarrollos de personas que compraron parte de los terrenos y no traen personas de la comunidad trabajando, si trabajan algunos pero siempre traen a su gente, el único que da trabajo es un señor que siembra chiles, jitomates, tiene cuatro o cinco personas, algunos trabajan en careyes pero la mayoría trabaja en la pesca, son como 20 o 22 lanchas, 2 o 3 pescadores por embarcación”.
De esta manera, la intervención de
agentes externos demuestra que no tiene un interés en crear una relación con
los habitantes locales, por lo que se centran principalmente en lo que compete
a sus actividades, trayendo su propio material de trabajo e incluso el personal
que ellos requieren para continuar con los proyectos que tienen planeados para
implementar dentro de la región.
Análisis situacional
Realizando
un análisis de la situación actual de la Bahía de Chamela, resalta notoriamente
que el desarrollo local ha sido poco posible, puesto que lejos de aplicar
inversiones para mejorar la infraestructura o de capital social, la generación
de proyectos están más relacionados a los intereses de carácter privado, en
donde la participación de los habitantes locales ha sido limitada o incluso
inexistente, no obstante hay ciertos puntos en los que algunos sectores de la
localidad pueden estar integrados pero es principalmente de manera voluntaria,
tal es el caso de las participaciones en programas de educación ambiental
realizados por los administradores de las áreas naturales protegías
colindantes, sin embargo, la población mayormente queda como espectador de lo
que en la región sucede.
Para
hacer un análisis sustentado de la situación actual de la Bahía de Chamela en
cuanto al desarrollo local, es necesario retomar lo antes mencionado sobre las
acciones que se deben de realizar en apoyo de las comunidades, por lo que se
retoma a lo que refiere Vázquez Barquero (2000) sobre el hardware, software y orgware, aplicándolos en aspectos que no
solo competen a un desarrollo por medio de la actividad turística, sino que
toca aquellos puntos con un carácter más general, incluida la participación
ciudadana, las inversiones públicas y privadas, así como el interés o
desinterés de los gobiernos, municipales, estatales y federales, tomando en
cuenta la importancia de las actividades económicas principales.
Sobre Hardware: las inversiones en la Bahía
de Chamela se basan en su mayoría en lo que corresponde al sector privado,
principalmente para la construcción de proyectos turísticos de primer nivel,
así como casas y condominios en las cercanías de la playa. Para el mejoramiento
del atractivo local se ha realizado poco, ya que existe la infraestructura es
escasa, no obstante, se cuidan los detalles de la limpieza en la playa y
comunidades de la bahía. Las redes de transporte continúan siendo el mismo, que
corresponde al transporte público que pasa cada hora por la carretera
principal, la cual se encuentra en buen estado y se trabaja constantemente en
su remodelación, existe servicio de internet y teléfono en ciertas partes, la
señal es poca por lo que dificulta la comunicación en algunas partes.
Actualmente el suelo se encuentra con problemas legales, debido a que aunque se
trata de territorio ejidal, la presión puesta en ellas por el valor económico
dificulta que sea un lugar acondicionado para la construcción de empresas, al
igual que la viabilidad de hacer determinada obra depende del impacto que esta
tenga dentro de la zona, ya que se debe analizar si su sector de mercado es
ideal dentro del lugar, ya que se debe recordar se trata de una zona rural. No
existen construcciones referentes a escuelas u hospitales, sino que se utilizan
las que se encuentran en los poblados más grandes.
Sobre
Software: un factor que dificulta el
desarrollo local es la escasa capacitación que tienen los habitantes locales en
cuanto a la implementación de nuevos proyectos, o bien, obtener trabajos que
requieran mayor responsabilidad, el nivel
sociocultural de las personas lo limita y dificulta el aspecto organizativo,
porque viven con actividades tradicionales. Han existido iniciativas para
generar proyectos de carácter local, sin embargo estos no se pueden concretar
debido al limitado apoyo e incluso el desinterés de la población en ciertas
partes de la zona. Se promueven grupos de autoempleo por medio de la dirección
de promoción económica del municipio para impartir cursos dirigidos a las
localidades.
Sobre Orgware: Existen iniciativas de capacitación para la población
local, sin embargo pocas están dirigidas en cuestiones de organización o que
les de la capacidad de respuesta eficaz para superar desafíos y problemas sin
la intervención de agentes externos (ya sean estos, gobiernos municipal,
asesores, sector privado etc.). La toma de decisiones en conjunto es escasa, ya
que como anteriormente se ha mencionado, existe poca organización y unión entre
las comunidades para poder realizar trabajos que favorezcan a la bahía, a su
vez pocas veces son tomados en cuenta para participar junto al sector privado y
gobierno municipal.
Si bien el panorama actual no es
alentador, es posible contrarrestar estos puntos que impiden que las
localidades se desarrollen, pero no se trata sólo de la participación de un
solo actor como pueden ser los habitantes locales, sino que se requiere la
participación de diferentes sectores, incluidos en estos los gobiernos desde
municipal hasta federal. Uno de los elementos más notorios en la región de la
Bahía de Chamela es la casi nula organización y capacitación, ya que las
personas no se encuentran preparadas para ejercer puestos de liderazgo y a su
vez, el trabajo en equipo no ha sido posible, puesto que la variedad de
intereses vuelve complicado que exista unión entre los individuos, al igual que
el nivel sociocultural el cual, a decir de la propia población y de representantes
locales, es muy bajo y lo consideran fundamental, por esta razón las
actividades tradicionales, que si bien se han deteriorado, siguen perdurando a
lo largo de los años ya que estas no les genera un conflicto con su nivel
sociocultural, puesto que las pueden seguir desarrollando como en los últimos
años porque se trata de un sector tradicional e incluso forman parte de su
identidad local.
Conclusión
Existen puntos concretos que limitan el
desarrollo local, que no solo corresponden a un solo actor, sino que dentro de
estos van inmiscuidos varios grupos, como son la población, las autoridades y
la iniciativa privada quienes en su mayoría son agentes externos, los intereses
de cada uno de los grupos pueden ser el impedimento más grande para lograr un
beneficio para las comunidades, ya que pocas veces son compartidos.
Las poblaciones rurales tienden a
compartir sus características en aspectos socioculturales y económicos. Puesto
que en su mayoría se encuentran poco preparadas en ámbitos educativos y se encuentran
muy apegados a sus estilos de vida, el cual difícilmente aceptan cambiar o
transformar, siendo esto un problema para lograr obtener mayor capacidad de
organización y liderazgo; las autoridades que van desde lo municipal hasta
federal no siempre tienen el interés de trabajar en conjunto con la localidad; el
gobierno muchas veces establece prioridades en otros sectores y el apoyo hacia
las comunidades se puede centrar no en impulsar el desarrollo local sino en
generar proyectos que muchas veces no tienen continuidad, mientras que la
iniciativa privada demuestra poco interés en obtener relación con la población
local y pocas veces los materiales, productos y capital humano que estos
requieren son adquiridos en la propia comunidad.
Si bien la actividad turística no
siempre representa un factor clave para el desarrollo local, sí logra
beneficiar a los habitantes locales que participan en la misma, sobre todo a
quienes utilizan al turismo como complemento de sus actividades tradicionales,
ya que de esta forma se vuelve una alternativa más para obtener un beneficio
económico, y sin dejar de lado su estilo de vida.
Maldonado Ibarra, O. (2014). TURISMO: OBSTÁCULOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN BAHÍA DE CHAMELA, JALISCO . (U. A. Sinaloa, Ed.) ARENAS 38(38), 97-108.
Bibliografía
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De la Torre, O. (1980). El turismo
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(Último acceso febrero 2014).
Maldonado, O. (2011) Turismo en
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Puerto Vallarta Jalisco
Paredes, P. (2009) Desarrollo
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Vázquez, B. (2000) Desarrollos
recientes de la política regional: la experiencia europea. Santiago de Chile.
Vol. XXII, n.65, 101-114 pp.
Otras fuentes:
Entrevistas
Juan N. (Seudónimo) Representante
legal de cooperativa pesquera.
Francisco S. (Seudónimo) Pescador
de cooperativa pesquera
Bianca Zuazo. Directora de turismo
municipio de La Huerta Jalisco.
· Cursó el programa de la Maestría en Ciencias Sociales de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UAS.
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