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jueves, 16 de abril de 2015

TURISMO: OBSTÁCULOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN BAHÍA DE CHAMELA, JALISCO

TURISMO: OBSTÁCULOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN BAHÍA DE CHAMELA, JALISCO


Oscar Alberto MALDONADO IBARRA·

Introducción
Existen regiones en donde el valor económico de su territorio es alto, debido a que cuenta con grandes recursos naturales, tal es el caso de los territorios cercanos a las zonas costeras, puesto que por su ubicación representan una oportunidad de crear desarrollos en su mayoría turísticos e inmobiliarios; la presión latente sobre estos codiciados terrenos hace que sean lugares propensos a problemas legales; dentro de estos inconvenientes se incluyen a las poblaciones locales, ya que estas son las más expuestas a sufrir los cambios. Debido a la inserción de agentes externos “poderosos”, habrán de compartir el territorio y adecuarse a una nueva forma de vida, principalmente en sus actividades económicas que al ser estas tradicionales, van teniendo cambios al momento en que agentes externos introducen elementos que contrastan con la región.

     En la zona de la Bahía de Chamela existen grandes dificultades para lograr el desarrollo local, puesto que existen agentes externos con intereses donde poco están representados los de los habitantes locales. El cierre de playas y el deterioro de las actividades tradicionales impiden que en la región se puedan obtener beneficios visibles para las comunidades, sumado a esto la desorganización actual de las poblaciones limita que se pueda contrarrestar a los proyectos que la iniciativa privada pretende implementar. Si bien el turismo se realiza en la zona, este no hace una diferencia trascendente para el desarrollo local, pero si logra ser una actividad que permite obtener el beneficio que las actividades tradicionales han dejado de proporcionar, por lo que se complementan para lograr continuar con su estilo de vida.

El modelo turístico tradicional y las limitantes del sector rural
El fenómeno del turismo se ha convertido en una fuente de ingresos importante para muchos países, siendo para México una de sus principales actividades económicas. A pesar de que el turismo tiene antecedentes remotos, es hasta épocas muy recientes, a mediados del siglo XX que logró adquirir singular importancia repercutiendo en la vida social, económica y cultural de los pueblos (De la Torre, 1980:11), esto con una modalidad especial, el turismo masivo.

     La característica más común dada al turismo ha sido en la que se resalta como un modelo estético, dando como hecho que la actividad turística atrae al desarrollo, debido a que el turismo convencional de sol y playa es muy visible ante la sociedad, ya que la construcción de hoteles, restaurantes y la generación temporal de empleos establece un tipo de “desarrollo” en la región.

     Este turismo de sol y playa también se le conoce como un modelo convencional o tradicional, ya que se concentra dentro de las zonas costeras, convirtiéndolas en los recursos turísticos con mayor popularidad; dicha modalidad es la que más atrae visitantes a escala internacional. No obstante, en la mayoría de los casos ha tenido un desarrollo sin planeación, provocando el deterioro de los recursos naturales, modificando las costumbres e identidad de las comunidades, por lo que el desarrollo real de la población a veces queda en simple expectación.

     Fonteles (2007: 85) cita a Ebenevides, mencionando que “el turismo de masas es un productor de impactos ecológicos que muchas veces ocasiona problemas ambientales, psicológicos y socioeconómicos y, en poblaciones tradicionales tiende a ser un devorador del paisaje, degradador de medio ambiente y descaracterizador de culturas tradicionales”.

    Este tipo de turismo es concebido en general como un modelo con poca variedad en sus actividades para los consumidores, ya que se sigue una tendencia, en donde el hilo común de su rutina va de llegar al hotel, ir a la playa y salir por la noche, e incluso muchos turistas se quedan la mayor parte del tiempo dentro del hotel, ya que en éste le ofrecen todos los servicios requeridos y lo mantienen cautivo en de las instalaciones, por lo que se crea en el turista un comportamiento pasivo o rutinario, poco exploratorio y desligado de la interacción entre el turista y la población. De esta manera poco se refleja el impacto para el desarrollo en favor de los habitantes locales, sino más bien se genera beneficio para los empresarios.

     Cuando se habla de desarrollo, muchas veces se le toma como sinónimo de salir de la naturaleza, es decir, usar a esta como proveedor de materia prima la cual pueda dirigir  a lograr un fin determinado; no obstante, a raíz de la emergencia de crear un concepto que logre combinar el desarrollo, respeto a la naturaleza y sociedad, es como emergen las teorías sobre sustentabilidad, buscando entonces armonía entre la naturaleza y la actividad humana.

     Debido a esto, se requiere retomar puntos centrales que permiten lograr el desarrollo de un espacio o territorio, sobre esto Boisier (1995:5) menciona que “el desarrollo de un territorio organizado depende de la existencia, articulación y coherencia de seis elementos que se encuentran presentes dentro de un territorio organizado” estos elementos son: a) actores, b) cultura, c) recursos, d) instituciones, e) procedimientos, f) entorno. De esta manera, se visualiza la integración del ser humano dentro del espacio, así como las repercusiones que tienen las actividades de este, sobre el medio ambiente del que se encuentra rodeado, es así como el turismo, siendo una actividad humana, se vuelve parte del desarrollo de los fenómenos sociales.

   A partir de la creación del concepto de sustentabilidad, se comenzó a implementar en distintas áreas, incluido el turismo (conociéndose como turismo sustentable y desarrollo sustentable), por lo que la sustentabilidad en el fenómeno turístico trata de analizar los inconvenientes y cambios que el turismo de masas ha generado, así como resaltar las características y nuevos perfiles del turista actual.

    Usualmente los desarrollos turísticos se realizan dentro de sectores rurales, en donde la población no tiene los medios suficientes para implementar proyectos de turismo a gran escala, por lo que el modelo  más viable que se puede aplicar con la participación local es aquel en el que se logre combinar con las actividades tradicionales para de esta manera permitir que se continúe trabajando dentro del sector económico con el cual se ha vivido en las localidades y que a su vez forman parte de su identidad colectiva.

    Cuando se impulsa al desarrollo local, es debido a que se intenta transformar la economía y la sociedad, tratando de superar las dificultades en las que se encuentran, porque el desarrollo local recoge los principales recursos y potencialidades con que cuenta un territorio, para después transformarlo, valorándolo en capital humano y sociedad local (Paredes: 2009).

     Existen varios factores o acciones que permiten conocer la situación del desarrollo local. Vázquez Barquero (2000:19) considera que se pueden generar respuestas locales para los desafíos globales, haciendo una división de tres puntos: hardware, software y orgware (Ver tabla 1). Esto se puede aplicar al proceso del desarrollo en determinadas comunidades y conocer los desafíos a enfrentar.

Tabla 1- Acciones y características para el desarrollo local, según Vázquez Barquero.
Fuente: Elaboración propia en base a lo establecido por Vázquez Barquero (2000).

     Al cumplir las características, es posible contrarrestar la presión que ejerce la economía global sobre el sector rural; retomando esto en los aspectos turísticos es muy visible la presión ejercida por el sector privado sobre regiones propensas a la implementación de proyectos turísticos convencionales, el poderío económico y de influencias hace que muchas veces sea misión imposible que los proyectos de carácter local impidan el avance de la iniciativa privada, no obstante es posible lograrlo, siguiendo una serie de trabajos y responsabilidades que se establecen entre los habitantes de los sectores locales y sobre todo comprometerse en conjunto.

     La manera más viable de impulsar el desarrollo local es realizándolo desde un proceso endógeno, debido a que de esta forma se puede utilizar el potencial de una localidad y a su vez poder fortalecer aspectos sociales, económicos y ambientales. El proceso de desarrollo local endógenos se realiza desde adentro de una comunidad hacia afuera, utilizando el patrimonio natural, cultural y productivo (entendiendo como productivo las actividades de comercio e industria que se realicen en la región).

Turismo en la costa de Jalisco
En la costa de Jalisco se encuentran importantes recursos naturales, algunos con protección federal, siendo dentro del municipio de La Huerta el lugar en que se concentra la mayor cantidad de recursos con decreto de conservación, ya que se localizan cinco áreas naturales protegidas, al igual que dos humedales decretados como Sitios Ramsar, siendo estos el estero la Manzanilla y Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala (Maldonado, 2011). Estos recursos naturales son parte fundamental para el desarrollo de las poblaciones locales, ya que sus actividades económicas siguen siendo las tradicionales del sector rural que van desde la agricultura, ganadería y la pesca, volviéndose  esta última primordial debido a que se trata de una zona costera con sistemas estuarinos colindantes. Es dentro de este municipio donde se localiza la Bahía de Chamela, con una longitud de 13 km, ubicándose dentro de ella el área natural protegida llamada “Islas de la Bahía de Chamela” siendo un recurso importante para la región ya que en ella se realizan actividades recreativas, económicas y de educación ambiental. No solo dentro de la Bahía de Chamela se encuentran recursos naturales de importancia, sino también en regiones colindantes, puesto que es una zona que comparte su materia prima y actividades con las comunidades de alrededor.

     La bahía de Chamela es una zona importante para el municipio, no sólo por sus recursos naturales, sino porque dentro de ella se localizan localidades que si bien son pequeñas, generan beneficios económicos para la zona, debido a que las principales cooperativas de pesca se encuentran en su interior (Ver Tabla 2), así como las comunidades que tienen mayor actividad turística, como Punta Pérula, lugar en el que existe oferta hotelera a pequeña escala, así como servicios de restaurantes.

Tabla 2- Localidades en la zona de influencia de la Bahía de Chamela, con características de población.
Localidad
Población total
Población  masculina
Población
femenina
Población económicamente activa

Francisco Villa
898
451
447
358
Emiliano Zapata
1339
662
677
567
Pérula
793
406
387
306
San Mateo
647
329
318
255
La Fortuna
223
123
100
73
Quémaro
92
46
46
34
Chamela
143
73
70
47
Pueblo Careyes
22
8
14
10
Total
4157
2098
2059
1650
Fuente: Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (2010).

     Si bien la región de Bahía de Chamela no tiene una actividad turística constante sobre un modelo tradicional como el de sol y playa, existen proyectos de carácter privado en los que poco está integrada la población local; ejemplo de esto son el hotel Las Alamandas, ubicado en la comunidad de Quémaro y el Hotel Careyes que se encuentra en el pueblo con el mismo nombre, ambos hoteles se encuentran ubicados en cada extremo de la bahía, siendo estos centros turísticos para visitantes con alto poder económico, no han representado un apoyo real para la actividad turística local, debido a que dentro de los desarrollos tienen todos los servicios necesarios e incluso cuentan con playas y áreas verdes privadas.
     Las pocas personas de la población local que trabajan dentro de estos hoteles, según opiniones de los propios habitantes, están en trabajos como subalternos, ya sea como jardineros, limpieza entro otros, por lo que limita una relación favorable entre las personas locales y los hoteles. De esta forma, se observa que la región está propensa e convertirse en un destino turístico con modelos tradicionales, en los que inversiones externas es latente. La riqueza natural ha estimulado los deseos de los empresarios que buscan crear proyectos de turismo; durante el año 2007 se impulsó un proyecto turístico dentro de la Bahía de Chamela, denominado “Rancho Don Andrés” que en la actualidad se encuentra estancado en una discusión debido a que se considera puede ocasionar daños irreparables en las áreas protegidas colindantes, puesto que se trata de un proyecto de infraestructura hotelera, en la que las comunidades quedarían excluidas, ya que se trata de inversión privada. No es un caso nuevo, puesto que la iniciativa privada ejerce presión en las regiones que consideran viables para la implementación de proyectos, sumándose también las irregularidades posibles dentro del gobierno y la limitada participación social.

     La Bahía de Chamela es una zona en la que su principal ingreso económico es la pesca, siendo a su vez una fuente para obtener producto de autoconsumo, siento las comunidades de Chamela y Pérula, ubicados en ambos extremos de la bahía, al igual que Careyes los lugares en donde la pesca tiene más auge. De acuerdo a las respuestas de los locales, esta actividad es de suma importancia, seguido por la agricultura y el comercio1 (Ver figura 1).

Figura 1- Las actividades más importantes de la Bahía de Chamela. 
Fuente: información obtenida en campo.

     Si bien esas actividades son las más importantes, existen otras que también generan beneficios económicos para la población, tal es el caso de las actividades de comercio local, al igual que el turismo, a pesar de que este último no se realice sobre de una forma planificada.

     No es extraño que  la economía local se base en actividades tradicionales, ya que se debe a la obtención de materia prima que extraen de los recursos naturales, los cuales son bastos en dicha región. Debido a que la economía tradicional se va deteriorando cada vez más, ha sido importante que ésta se vincule a otras, entre las cuales destaca el turismo. La actividad pesquera se realiza por embarcaciones de fibra de vidrio, realizando viajes todos los días, por lo que es muy común que al mismo tiempo se ofrezcan servicios turísticos de actividades acuáticas, que van desde visitar las islas, buceo y pesca recreativa. Según datos obtenidos en el Plan de Manejos (2010) de las Islas de la Bahía de Chamela, la oferta turística ha permitido emplear alrededor de 900 personas de manera directa (recordando que la población total es de 4157), a su vez crea un número no calculado de empleos indirectos.

     En entrevista presencial a la directora de turismo Bianca Zuazo2 comentó sobre la actividad turística de la Bahía de Chamela, mencionando que:
 “acude más el turismo nacional porque en el municipio no se cuenta con grandes desarrollos como puede ser Puerto Vallarta u otras playas, pero en temporada vacacional es un gran número el que se recibe, más en Punta Pérula… desde que llega el turista se  ofrece hospedaje, servicios de comida, clases de buceo, paseos en lancha que tiene mucho impacto, en semana santa son muchos los recorridos que se hacen a las islas la pajarera e isla cocina”.
     Esto demuestra que el turismo dentro de la bahía si se realiza y genera beneficios económicos, las actividades turísticas que se realizan en la zona ya están determinadas puesto que la oferta actual es limitada y se basa en servicios de hospedaje, alimentos y actividades acuáticas, si bien existe turismo en la mayor parte de la bahía, esta se centra en comunidades que tienen más establecimientos.

     Dentro de la información de campo se entrevistó a Juan N.2 (seudónimo) quien es pescador de la bahía de Chamela desde hace más de 40 años, por lo que ha vivido en carne propia los cambios sucedidos a lo largo de las últimas 4 décadas. Dice:
“han habido muchos cambios en la región. Antes con una red sacaba 100 kilos; ahora ya nos acabamos el pescado, ni con cinco redes se pueden sacar de nuevo 100 kilos”.
    Por esta razón es que se ha dado apertura a otras actividades que se puedan integrar y poder continuar con las tradicionales, respetando su modo de vida puesto que mencionan es parte de su identidad.

    Las actividades que realizan los turistas en las que son los propios locales quienes participan prestando este servicio son principalmente las relacionadas al mar, dentro de la misma entrevista, Juan N.3 (seudónimo) quien a su vez es el representante legal de una cooperativa pesquera dentro de la bahía, mencionó que los turistas:
“van a curricanear4, los llevamos a una isla que se llama Cocinas… hay otra playa donde dejan entrar, hay ramadas y te cobran 20 pesos, te dan todos los servicios, puedes acampar, el único servicio que no hay es el de restaurantes, si lo debería de haber porque es un tramo grande con muchas ramaditas, sillas, mesas, ahí si hay mucho turismo, te dan el servicio de lancha para ir a las islas, pasear con la familia…..hay otra playa donde entran los de la comunidad de Chamela, solo que hay un problema, ya no se permite entrar con turistas a la playa, antes había ramadas, mesas, sillas, había 7 restaurantes en Chamela”.
     La integración de los locales en las actividades de turismo existen, el beneficio no es tan grande pero se puede obtener un ingreso para completar lo que las actividades tradicionales dejaron de generar; la importancia de los servicios turísticos que se ofrecen recae en que son actividades que congenian con las ya existente, de esta manera, las áreas de trabajo y el material utilizado como son las lanchas, equipo de buceo y de pesca,  así como las playas, pueden ser utilizados tanto para el turismo como para la pesca.

    El cierre de playas es constante y ahora se encuentran sin acceso muchas de las playas que anteriormente era posible visitar; ejemplo de esto es el traslado que se hizo de la comunidad de Chamela hacia el otro lado de la carretera ya que se encontraba cerca de la playa, entre ellas la playa llamada “Los negritos”, esto se debe a que por problemas legales se removió al pueblo, de esta manera no sólo los locales se tuvieron que cambiar sino también sus actividades junto con las herramientas de trabajo .

     El desarrollo local no ha sido visible para la mayoría de la población originaria de la bahía. El pescador Francisco S.5 mencionó que
“no tenemos más actividades más que desarrollos de personas que compraron parte de los terrenos y no traen personas de la comunidad trabajando, si trabajan algunos pero siempre traen a su gente, el único que da trabajo es un señor que siembra chiles, jitomates, tiene cuatro o cinco personas, algunos trabajan en careyes pero la mayoría trabaja en la pesca, son como 20 o 22 lanchas, 2 o 3 pescadores por embarcación”.
     De esta manera, la intervención de agentes externos demuestra que no tiene un interés en crear una relación con los habitantes locales, por lo que se centran principalmente en lo que compete a sus actividades, trayendo su propio material de trabajo e incluso el personal que ellos requieren para continuar con los proyectos que tienen planeados para implementar dentro de la región.

Análisis situacional
Realizando un análisis de la situación actual de la Bahía de Chamela, resalta notoriamente que el desarrollo local ha sido poco posible, puesto que lejos de aplicar inversiones para mejorar la infraestructura o de capital social, la generación de proyectos están más relacionados a los intereses de carácter privado, en donde la participación de los habitantes locales ha sido limitada o incluso inexistente, no obstante hay ciertos puntos en los que algunos sectores de la localidad pueden estar integrados pero es principalmente de manera voluntaria, tal es el caso de las participaciones en programas de educación ambiental realizados por los administradores de las áreas naturales protegías colindantes, sin embargo, la población mayormente queda como espectador de lo que en la región sucede.

     Para hacer un análisis sustentado de la situación actual de la Bahía de Chamela en cuanto al desarrollo local, es necesario retomar lo antes mencionado sobre las acciones que se deben de realizar en apoyo de las comunidades, por lo que se retoma a lo que refiere Vázquez Barquero (2000) sobre el hardware, software y orgware, aplicándolos en aspectos que no solo competen a un desarrollo por medio de la actividad turística, sino que toca aquellos puntos con un carácter más general, incluida la participación ciudadana, las inversiones públicas y privadas, así como el interés o desinterés de los gobiernos, municipales, estatales y federales, tomando en cuenta la importancia de las actividades económicas principales.

     Sobre Hardware: las inversiones en la Bahía de Chamela se basan en su mayoría en lo que corresponde al sector privado, principalmente para la construcción de proyectos turísticos de primer nivel, así como casas y condominios en las cercanías de la playa. Para el mejoramiento del atractivo local se ha realizado poco, ya que existe la infraestructura es escasa, no obstante, se cuidan los detalles de la limpieza en la playa y comunidades de la bahía. Las redes de transporte continúan siendo el mismo, que corresponde al transporte público que pasa cada hora por la carretera principal, la cual se encuentra en buen estado y se trabaja constantemente en su remodelación, existe servicio de internet y teléfono en ciertas partes, la señal es poca por lo que dificulta la comunicación en algunas partes. Actualmente el suelo se encuentra con problemas legales, debido a que aunque se trata de territorio ejidal, la presión puesta en ellas por el valor económico dificulta que sea un lugar acondicionado para la construcción de empresas, al igual que la viabilidad de hacer determinada obra depende del impacto que esta tenga dentro de la zona, ya que se debe analizar si su sector de mercado es ideal dentro del lugar, ya que se debe recordar se trata de una zona rural. No existen construcciones referentes a escuelas u hospitales, sino que se utilizan las que se encuentran en los poblados más grandes.

     Sobre Software: un factor que dificulta el desarrollo local es la escasa capacitación que tienen los habitantes locales en cuanto a la implementación de nuevos proyectos, o bien, obtener trabajos que requieran mayor responsabilidad, el nivel sociocultural de las personas lo limita y dificulta el aspecto organizativo, porque viven con actividades tradicionales. Han existido iniciativas para generar proyectos de carácter local, sin embargo estos no se pueden concretar debido al limitado apoyo e incluso el desinterés de la población en ciertas partes de la zona. Se promueven grupos de autoempleo por medio de la dirección de promoción económica del municipio para impartir cursos dirigidos a las localidades.

     Sobre Orgware: Existen iniciativas de capacitación para la población local, sin embargo pocas están dirigidas en cuestiones de organización o que les de la capacidad de respuesta eficaz para superar desafíos y problemas sin la intervención de agentes externos (ya sean estos, gobiernos municipal, asesores, sector privado etc.). La toma de decisiones en conjunto es escasa, ya que como anteriormente se ha mencionado, existe poca organización y unión entre las comunidades para poder realizar trabajos que favorezcan a la bahía, a su vez pocas veces son tomados en cuenta para participar junto al sector privado y gobierno municipal.

     Si bien el panorama actual no es alentador, es posible contrarrestar estos puntos que impiden que las localidades se desarrollen, pero no se trata sólo de la participación de un solo actor como pueden ser los habitantes locales, sino que se requiere la participación de diferentes sectores, incluidos en estos los gobiernos desde municipal hasta federal. Uno de los elementos más notorios en la región de la Bahía de Chamela es la casi nula organización y capacitación, ya que las personas no se encuentran preparadas para ejercer puestos de liderazgo y a su vez, el trabajo en equipo no ha sido posible, puesto que la variedad de intereses vuelve complicado que exista unión entre los individuos, al igual que el nivel sociocultural el cual, a decir de la propia población y de representantes locales, es muy bajo y lo consideran fundamental, por esta razón las actividades tradicionales, que si bien se han deteriorado, siguen perdurando a lo largo de los años ya que estas no les genera un conflicto con su nivel sociocultural, puesto que las pueden seguir desarrollando como en los últimos años porque se trata de un sector tradicional e incluso forman parte de su identidad local.

Conclusión
Existen puntos concretos que limitan el desarrollo local, que no solo corresponden a un solo actor, sino que dentro de estos van inmiscuidos varios grupos, como son la población, las autoridades y la iniciativa privada quienes en su mayoría son agentes externos, los intereses de cada uno de los grupos pueden ser el impedimento más grande para lograr un beneficio para las comunidades, ya que pocas veces son compartidos.

     Las poblaciones rurales tienden a compartir sus características en aspectos socioculturales y económicos. Puesto que en su mayoría se encuentran poco preparadas en ámbitos educativos y se encuentran muy apegados a sus estilos de vida, el cual difícilmente aceptan cambiar o transformar, siendo esto un problema para lograr obtener mayor capacidad de organización y liderazgo; las autoridades que van desde lo municipal hasta federal no siempre tienen el interés de trabajar en conjunto con la localidad; el gobierno muchas veces establece prioridades en otros sectores y el apoyo hacia las comunidades se puede centrar no en impulsar el desarrollo local sino en generar proyectos que muchas veces no tienen continuidad, mientras que la iniciativa privada demuestra poco interés en obtener relación con la población local y pocas veces los materiales, productos y capital humano que estos requieren son adquiridos en la propia comunidad.

     Si bien la actividad turística no siempre representa un factor clave para el desarrollo local, sí logra beneficiar a los habitantes locales que participan en la misma, sobre todo a quienes utilizan al turismo como complemento de sus actividades tradicionales, ya que de esta forma se vuelve una alternativa más para obtener un beneficio económico, y sin dejar de lado su estilo de vida.








Bibliografía
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Comisión Nacional de Áreas naturales protegidas (2010) Programa de manejo santuario Islas la Pajarera, Cocinas, Mamut, Colorada, San Andrés y Negrita, y los islotes Los Anegados, Novillas, Mosca y Submarino, situadas en la Bahía de Chamela México. México D.F. 153 p.
De la Torre, O. (1980). El turismo fenómeno social. (7ma ed.). México: Fondo de
Cultura Económica. 11 p.
Fonteles, J. (2007) Turismo e Impactos Socioambientais. São Paulo Brasil. Ed.
Aleph, 79-115 pp.
Opinión del proyecto turístico “Rancho don Andrés”, con pretendida ubicación en
el municipio de La huerta, Jalisco. 1-28  pp. Disponible en: http://www.ibiologia.unam.mx/ebchamela/pdf/Analisis_2011.pdf (Último acceso febrero 2014).
Maldonado, O. (2011) Turismo en Areas Naturales Protegidas de la Costa de Jalisco. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta Jalisco
Paredes, P. (2009) Desarrollo local: gestión, estrategia, elementos, características, dimensiones y agentes, Voxlocális. Revista iberoamericana municipalista. n. 23
Vázquez, B. (2000) Desarrollos recientes de la política regional: la experiencia europea. Santiago de Chile. Vol. XXII, n.65, 101-114 pp.
Otras fuentes:
Entrevistas
Juan N. (Seudónimo) Representante legal de cooperativa pesquera.
Francisco S. (Seudónimo) Pescador de cooperativa pesquera
Bianca Zuazo. Directora de turismo municipio de La Huerta Jalisco.










· Cursó el programa de la Maestría en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS.

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