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ALEGRÍA, HUMOR Y DOLOR: EL ANTIGUO CARNAVAL DE MAZATLÁN, 1900-1904 Rafael SANTOS CENOBIO * *  Catedrático e investigador de l...

viernes, 15 de mayo de 2015

TAMAULIPAS: ESTÉTICA Y ESTILO DE VIDA “NARCO” EN LA FRONTERA

TAMAULIPAS: ESTÉTICA Y ESTILO DE VIDA “NARCO” EN LA FRONTERA

Karla VILLARREAL SOTELOª

Resumen
En la zona fronteriza de Tamaulipas se vive una nueva dinámica del imaginario colectivo respecto a la narcocultura, representado por el tributo rendido por parte de los miembros del narcotráfico, que veneran con altares y capillas a sus santos protectores: San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe y la Santísima muerte. Sin embargo, este peculiar estilo relaciona a esos espacios por el grupo criminal que los distingue. Se ha incrementado el número de altares en toda la región fronteriza hasta llegar a construir capillas dentro de la urbanidad, en tributo a los narcotraficantes líderes de la plaza y a caídos en la guerra para obtener el control del territorio. La ciudad de Reynosa es el espacio urbano más representativo de este auge.
Palabras Clave: narcocultura, estilo de vida, violencia, religión.

Introducción
El narcotráfico es una realidad histórica en Tamaulipas como en otros estados de México. El fenómeno social del narco es de antaño y no sólo se registra en los recuerdos y memoria de su población, sino que se queda plasmado como distintivo de etiqueta e identificación, en su estilo de vida y estética, convirtiéndose en entidades alusivas bajo la influencia de los ámbitos relacionados con el tráfico de drogas ilegales. Su historia transita desde el sigilo, lo cuidadoso y cauteloso en sus inicios, hasta lo visible, opulento y escandaloso de su dinámica criminal en el contexto actual, siendo esta última cuestión, uno de los aspectos abordados por investigadores de las ciencias sociales en Sinaloa y en países como Colombia, pero no así en Tamaulipas. Pese al rechazo colectivo, en general, a los hechos violentos generados  por el crimen organizado, este fenómeno ha cambiado los estilos de vida y estética en la sociedad, influyendo en los habitantes de los lugares donde mayormente opera en moda, forma de vestir, lenguaje, culto y comportamientos; y también incluye construcciones arquitectónicas, automóviles costosos, etc. con características atribuibles al gusto del estilo “narco”. (Correa, 2012).

   En Tamaulipas, a diferencia de Sinaloa, a pesar de ser ambos estados ligados al narcotráfico, existen diferencias marcadas conforme a la estética y  estilo de vida.   El  contraste y existencia de esta estética  y estilos de vida entre una entidad “narca” y otra, se convierten en  los ejes centrales del presente  estudio, encaminado a distinguir como se veneran las deidades  por parte del grupo del crimen organizado en la entidad.

Antecedentes
En los 70´s en el estado de Tamaulipas se inicia  un agrupamiento delictivo organizado, que se difunde en corridos de pistoleros famosos y ajustes de cuentas impregnados de valor que enmarcaban la masculinidad del hombre fronterizo, iniciándose en el crimen organizado, al principio, en relación con el contrabando de licor a través de Texas, Estados Unidos.

    En un primer momento las ciudades sedes de sus operaciones fueron Matamoros, Nuevo Laredo, Miguel Alemán y Reynosa. Las historias de pistoleros y contrabandistas; de la mujer participante en el contrabando de drogas, referenciada en el corrido de “Camelia la Texana”; y los filmes mexicanos de contrabando y traición, son estilos de representativos de esta región. Luego, a partir de los 80´s, los traficantes se logran consolidar como grupo criminal organizado por la vía del “Cartel del Golfo”, al afinar vínculos con círculos políticos y económicos de la región, y comerciar con cocaína, marihuana, metanfetamina y heroína (Barrón, 2012). 
 

    La imagen o la narco estética en este Cártel pasó del tipo vaquero con mezclas mexicoamericanas, a las típicas de cowboy texano; de la guayabera, a la camisa de seda; de las Versage, a las  Tommy Hilfiger. Hay inclinación por el tipo policial y militar, y  los autos desechados como patrullas gringas construyen imaginarios de poder (vidrios ahumados oscuros, espejos redondos, antenas exteriores, sistema de radio, carros negros y blancos, del tipo gran marquis, grand victoria). Se traspasó de lo considerado “chero” o “naco” a lo “narco estético”;y  la estética  pasó al  corte regio-burgués para quienes se movilizan en altas jerarquías; después, los otros niveles en imitación y combinación regio-fronteriza, pero se destaca el gusto también por el uso del pantalón tipo operativo del outfit policial, con varios celulares al cinto, la pedrería en la moda de camisas y las gorras, que son utilizadas en las diferentes estructuras de la organización delictiva tanto en Halcones, Ventanas, Estacas, y los de identificación numérica de mayor jerarquía.


    Autoridades de Estados Unidos alertaron a sus agentes sobre nuevos detalles de la organización del Cártel del Golfo, ya que la Agencia Antidrogas (DEA) confirmó que integrantes del C.D.G. portan sus propias placas de identificación y rango, muy parecidas a las que utilizan fuerzas policíacas en México.

   La organización mandó a hacer sus propias identificaciones, llamada por ellos mismos como Credencial del “Cártel del Golfo” o “Moneda de desafío”. También se tiene conocimiento que el C.D.G. cuenta con banderas, parches, gorras, armas, playeras, y varios artículos más, que se clasifican entre ellos mismos como oficiales. Con respecto a la placa, se describe que es metálica, de forma ovalada, con fondo oscuro cruzado por dos franjas, una blanca y otra roja, al frente resalta el escudo nacional de México en color dorado, a lo alto “H Matamoros Tamaulipas” y las siglas del “C.D.G.” en la parte baja de la identificación, así también la palabra “Panga”. Miembros del C.D.G. portan su placa en la cintura, o como medallón en el pecho, otros la guardan en la cartera.


Fotografía publicada el 16 de enero de 1996 en el periódico El Norte. Aparecen Juan García Abrego, arriba a la derecha, y su tío, Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas, a la izquierda.

“El Metro 24” o “Comandante Simple” presunto líder del cártel del Golfo

ORGANIGRAMA PARA EL CONTROL DE LA PLAZA

     Pero también de lo que nos han impregnado en esta comunidad es la manera de rendir culto hacia sus santos protectores, y exhiben con de forma pública y libre los escenarios de sus creencias. Con el término de religión hacemos referencia tanto a creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.

   Para Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), hay vertientes características: fuerte convicción católica, devotos al culto de Malverde, patrono y protector de los narcos, al igual que la “Santísima Muerte”, en la cual es famosa la leyenda en la figura “Dios me guía y ella me cuida”, sin dejar de ver a los que se autoproclaman escogidos por alguna otra “divinidad”.

   En Sinaloa, al igual que Sonora, Durango, Tamaulipas y Chihuahua, se caracterizan por ser las zonas más antiguas del país en cuanto a producción y tráfico de drogas. El narcotráfico se ha enraizado tanto que es visto por la población como una forma de vida, sin cuestionar la ilegalidad y la violencia.

El origen
En Sinaloa inicia el mito de Jesús Malverde, un bandido de cabello castaño y ojos azabache; fue salteador de caminos, pero venerado como “santo” por  muchos, aunque su existencia real no ha sido probada. La Iglesia Católica no le reconoce estatus oficial; afirma que no tiene datos concretos sobre una vida virtuosa, ni de milagros que habría realizado, pero su culto se ha extendido incluso más allá de Sinaloa. Hay varias capillas en su honor: la principal en Culiacán, una más en Badiraguato, en Sinaloa; otras en Tijuana y Chihuahua; y hasta en una carretera de Aldama, Colombia y en Los Angeles, California. Malverde es visto como "El Bandido Generoso", "Ángel de los Pobres" o "Santo de los Narcos".

     En Tamaulipas se hace presente en la época de la guerra del Estado Mexicano contra las drogas, sin embargo la historia de su culto tiene un inicio que se puede dividir en dos etapas. Una donde se fueron conjugando distintos elementos de las épocas prehispánica y colonial, llegando hasta la mitad del siglo XX. Una segunda etapa donde rápidamente los elementos se conjugan formando la figura actual; esta última asignado  a un entorno de marginación social, pobreza  y delincuencia.
                    Usando a la religión como medio de identificar su territorio entre los santos a los que rinden culto en la ciudad de Reynosa, destacan la veneración a San Judas Tadeo, La Virgen de Guadalupe y la Santísima muerte. ”San Judas Tadeo”, apóstol de Jesucristo, descendía de la estirpe real de David; y era consanguíneo de Jesucristo. En efecto, el padre de San Judas, Cleofás, era hermano de San José, esposo de la Santísima Virgen; la madre, llamada María de Cleofás, era prima de la Santísima Virgen: por tanto, San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles, era primo carnal de Jesús. Celebración: 28 de octubre. Ritual tradicional con arreglos florales, grupos musicales de norteño, banda y mariachi, sin que se sepa quién los manda.

    Enseguida se detalla, en fotografías, la expresividad religiosa y su culto por parte del narco en esta región fronteriza. Las imágenes resultan más que ilustrativas.





Conclusión
La industria y el efecto del narcotráfico están y han estado presentes en Tamaulipas como en Sinaloa. Sin embargo se aprecia de manera distinta, acorde al manejo de capital y dominio económico de los grupos. El modo de vestir la moda “narca” por parte de los miembros del Cártel del Golfo, no tiene un prototipo de imagen como los que se han construido en otras en entidades como el “buchón o la buchona” en Sinaloa. Pero sí se sigue una estética que aunque no es utilizada por la totalidad del crimen organizado, se usa como estética de pertenencia, acorde a los niveles y jerarquías de la estructura del narco en la frontera. Se distingue un sólo estilo de vestir en el informante, el halcón y los punteros, quienes usan más de 2 celulares y radios de comunicación, y ahora en el contexto de la guerra contra el crimen organizado, se visualizan con bolsas tipo canguro y las bolsas “mariconeras”, en las que pueden esconder el arma y los radios o aventarlos para huir de las persecuciones.

    Para las estacas, los contadores y los jefes de plaza, la estética es más refinada  pero muy similar a la de los junior de sociedad o bien al estilo de moda de los texanos urbanos, se apreciaba con el fundador del cártel, Don Juan N. Guerra. Para llegar al gusto de Osiel Cárdenas Guillén, que impuso durante su liderazgo una estética que incluía una moda mas tipo policial y militar; fue un estilo ligado a las armas y al uso ostentoso de la fuerza; abrillantaban armas, escudos y charolas, como se puede apreciar en el  propio corrido de los “Zetas” compuesto por Beto Quintanilla, apodado“ El mero león del corrido”. Mientras, en Sinaloa se forjaba la estética del buchón. Después de la separación de los “Zetas” y el “CDG” en Tamaulipas, comienza la lucha por el territorio en ciudades fronterizas como Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo y las de la frontera chica (Díaz Ordaz, Miguel Alemán y Camargo), y se perciben matices del poderío de la vida mafiosa con imágenes y altares en tributo a imágenes católicas pero igual de la Santa Muerte. No hay distinción en el simbolismo religioso entre un Cártel y otro.

    También es necesario resaltar que las capillas tipo mausoleos que se aprecian en la ciudad son realizadas en honor a los caídos en el lucha por defender el cartel del golfo o “CDG”,  y son realizados en construcciones sobre la terrenos de propiedad municipal y federal y algunos dentro de fraccionamientos o conjuntos habitacionales. En ellos se pinta en el número de nombre de los jefes de la plaza y la acompañan en su mayoría figuras de yeso de San Judas Tadeo. A diferencia de Sinaloa donde se pueden apreciar dentro de los panteones los grandes tributos a los miembros del Cártel en ostentosos mausoleos, en la frontera de Tamaulipas aparecen estas construcciones más rústicas pero sobre la urbanidad, creando imágenes urbanas de poderío en la entidad.

     Otra explicación en cuanto a la vestimenta del porqué no han marcado un prototipo similar al de los buchones con los grupos del crimen organizado en la entidad, se debe a que muchos de ellos, viven y cruzan cotidianamente a la frontera por lo que prefieren optar por vestir y llevar una vida de bajo perfil o semejado a la media poblacional. Ya que una de las cuestiones que ayudaron a las autoridades en la captura del último jefe de la plaza, apodado el Comandante “Simple”, fue su gusto por la lucha libre y el uso de máscaras exóticas con pedrería fina, en la noches en que asistía a las funciones; se dice que con él resurgió la lucha en la ciudad volviendo a tener exhibiciones de grandes luchadores nacionales. En la fotografías se aprecia la imagen de unos de los personajes que el mismo creó, ya que figuraba como luchador y  creando la imagen simbólica en llamarse “Imagen de oro”.
 



 Para cita del artículo: 
VILLARREAL SOTELO, K.  (2015).  TAMAULIPAS: ESTÉTICA Y ESTILO DE VIDA “NARCO” EN LA FRONTERA (U. A. Sinaloa, Ed.) ARENAS 39(39), 45 -58.    




ª Doctora en Ciencias Penales. Coordinadora de la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACYT y representante en ese estado de la Sociedad Mexicana de Criminología.

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